Se fue el viernes,
pasará el sábado
en las calles de mi loco Buenos Aires
y, entre las sombras de los plátanos,
detrás de las vías, brotará tu nombre
sobre el viejo asfalto, ya gastado.
Donde aquella tarde
brindamos con cerezas
la llegada del verano,
entre chocolates crujientes
y mates casi amargos,
minutos antes de la despedida,
entres sutiles mentiras
que brotaron de tus labios
quebrando las veredas de pasto,
mientras los niños
corrían con inocencia placentera
la vida color carmín,
en sueños de calesitas de papel,
saltando la rayuela de tiza
de la dulce avenida
camino al sur,
mientras de tus ojos brotaban
lágrimas incoloras, en re mayor
viernes, 8 de enero de 2016
*ENTRE NUBES.
Entre nubes encontré
las letras de tu nombre,
mujer azul de las noches mágicas
del calor de enero,
y descifré con ella
la suave dulzura
de hilvanar el tiempo.
Donde solo vos, en la noche,
desnudas el alma
para seguir escribiendo la vida
en sutiles poesías de azul,
en medio del pánico,
de la suciedad.
Donde el agua turbia
se hace cristalina,
en la suave pluma
de tus delgados dedos
que engendran la vida
en las letras paridas por vos,
cada amanecer,
en el blanco de mis hojas.
las letras de tu nombre,
mujer azul de las noches mágicas
del calor de enero,
y descifré con ella
la suave dulzura
de hilvanar el tiempo.
Donde solo vos, en la noche,
desnudas el alma
para seguir escribiendo la vida
en sutiles poesías de azul,
en medio del pánico,
de la suciedad.
Donde el agua turbia
se hace cristalina,
en la suave pluma
de tus delgados dedos
que engendran la vida
en las letras paridas por vos,
cada amanecer,
en el blanco de mis hojas.
jueves, 7 de enero de 2016
*SOBRE LA RUTA.
Suda Buenos Aires
la noche de verano.
El río acuna estrellas
en la medianoche
sobre la calma Cuenca del Plata,
y vos intentás dormir,
acurrucando sueños,
hilando palabras
y descansando en prosa
recuerdos impostergables
entre lágrimas secas.
Aquí, un día más transcurre,
lleno de recuerdos
sabiendo de vos a lo lejos,
entre rulos rubios,
sobre el teclado
que, sin ti, descansa.
Archivando letras,
puntos y comas
para entregarte en poesías
la noche
de los relámpagos compartidos,
abrazados en medio de la ruta,
fumando el cigarrillo
de la despedida.
la noche de verano.
El río acuna estrellas
en la medianoche
sobre la calma Cuenca del Plata,
y vos intentás dormir,
acurrucando sueños,
hilando palabras
y descansando en prosa
recuerdos impostergables
entre lágrimas secas.
Aquí, un día más transcurre,
lleno de recuerdos
sabiendo de vos a lo lejos,
entre rulos rubios,
sobre el teclado
que, sin ti, descansa.
Archivando letras,
puntos y comas
para entregarte en poesías
la noche
de los relámpagos compartidos,
abrazados en medio de la ruta,
fumando el cigarrillo
de la despedida.
* DIALOGO AZUL._
En los gastados escalones
de la antigua escalera,
o detrás de los ceibos
de la moderna avenida,
solo allí... te busco por las noches,
porque sé que,
envuelta en letras,
de profundo dolor,
ríes como nunca
sobre este loco Buenos Aires
que te vio pasear por él,
y yo... te recuerdo cada día
en mi loco viaje,
de transitar sus calles
y su sutil perfume,
inigualable como tú,
en medio de la jungla que adoro,
como aquellos días
que compartimos juntos,
amasando el hermoso diálogo azul
que aún, día tras día,
nos une.
de la antigua escalera,
o detrás de los ceibos
de la moderna avenida,
solo allí... te busco por las noches,
porque sé que,
envuelta en letras,
de profundo dolor,
ríes como nunca
sobre este loco Buenos Aires
que te vio pasear por él,
y yo... te recuerdo cada día
en mi loco viaje,
de transitar sus calles
y su sutil perfume,
inigualable como tú,
en medio de la jungla que adoro,
como aquellos días
que compartimos juntos,
amasando el hermoso diálogo azul
que aún, día tras día,
nos une.
*SIEMPRE.
Si volviera a nacer
los volvería a elegir
y, sin duda,
juntos cometeríamos
los mismos errores,
nos reiríamos
de las mismas cosas,
lloraríamos juntos y,
de vez en cuando,
alrededor de una mesa
nos seguiremos encontrando
porque, ante todo,
nos pisamos al hablar,
nos entendemos sin hablar,
corremos ante la adversidad
y sobre todas las cosas
aunque no vocalicemos bien
no mentimos,
y seguimos teniendo
aquella maravillosa edad
que nos comenzó a unir
en los corazones,
que nos mantiene
vivos y conectados
por el hilo rojo.
Ayer, hoy y siempre.
los volvería a elegir
y, sin duda,
juntos cometeríamos
los mismos errores,
nos reiríamos
de las mismas cosas,
lloraríamos juntos y,
de vez en cuando,
alrededor de una mesa
nos seguiremos encontrando
porque, ante todo,
nos pisamos al hablar,
nos entendemos sin hablar,
corremos ante la adversidad
y sobre todas las cosas
aunque no vocalicemos bien
no mentimos,
y seguimos teniendo
aquella maravillosa edad
que nos comenzó a unir
en los corazones,
que nos mantiene
vivos y conectados
por el hilo rojo.
Ayer, hoy y siempre.
*POSTAL DIARIA.
Salvaje e inhóspita noche,
detrás de la vieja plaza,
bailan entre humos malolientes
los minutos a la espera del sol,
mientras el volumen
de la vieja cumbia
se pierde entre voces
vacías de amor.
Botellas cortadas
mezclando el alcohol,
y pequeñas chispas
de un sueño,
pesado de mugre,
esconde la vida
sin pedir perdón.
Llevándose años,
perdiendo el futuro
sin ninguna prisa
y ningún perdón,
callando la vida...
sin ningún control.
detrás de la vieja plaza,
bailan entre humos malolientes
los minutos a la espera del sol,
mientras el volumen
de la vieja cumbia
se pierde entre voces
vacías de amor.
Botellas cortadas
mezclando el alcohol,
y pequeñas chispas
de un sueño,
pesado de mugre,
esconde la vida
sin pedir perdón.
Llevándose años,
perdiendo el futuro
sin ninguna prisa
y ningún perdón,
callando la vida...
sin ningún control.
*SIN FUTURO.
lunes, 30 de noviembre de 2015
*EN SILENCIO.
Nunca volví a esas playas
que juntos nos vieron pasear.
Ni tampoco a esos ríos,
en donde comenzamos a conversar,
mientras aquel sol de verano
vigilaba desde lejos
nuestros diálogos deliciosos.
Pero sé . . .
que el tiempo hará posible
que volvamos a encontrarnos,
como cada noche juntos,
en silencio, lo deseamos.
que juntos nos vieron pasear.
Ni tampoco a esos ríos,
en donde comenzamos a conversar,
mientras aquel sol de verano
vigilaba desde lejos
nuestros diálogos deliciosos.
Pero sé . . .
que el tiempo hará posible
que volvamos a encontrarnos,
como cada noche juntos,
en silencio, lo deseamos.
domingo, 29 de noviembre de 2015
*SOBRE Y DEBAJO.
Sobre el tinglado,
donde la luna refleja
el sudor de la noche,
se dibuja, casi perfecto,
tu rostro gris y cansado
por el domingo que se fue.
Mujer ausente de palabras,
bajo tu voz rezonga nostalgias,
acunando notas sostenidas
en el saxo que evoca
tu nombre en la oscuridad,
debajo del tinglado
que se ilumina con el recuerdo
de tu voz sostenida,
entre reproches sin resolver
de pequeños enojos hilados,
sin sonrisas, que evocan
tu nombre cada mañana
entre esponjosas medias lunas
y leche cortada con café,
en la madrugada incipiente.
donde la luna refleja
el sudor de la noche,
se dibuja, casi perfecto,
tu rostro gris y cansado
por el domingo que se fue.
Mujer ausente de palabras,
bajo tu voz rezonga nostalgias,
acunando notas sostenidas
en el saxo que evoca
tu nombre en la oscuridad,
debajo del tinglado
que se ilumina con el recuerdo
de tu voz sostenida,
entre reproches sin resolver
de pequeños enojos hilados,
sin sonrisas, que evocan
tu nombre cada mañana
entre esponjosas medias lunas
y leche cortada con café,
en la madrugada incipiente.
*SIN DISTANCIA.
Cada amanecer,
en medio del desayuno,
extraño,
como a media tarde . . .
cada anochecer y
hasta que tus párpados
caían de cansancio
recostada a la distancia.
Extraño . . .
las letras que
hiladas en el teclado robado,
llegaban desde el micro,
la habitación del primer piso,
o aquella acogedora pensión,
desde donde los consejos,
los secretos, los retos
y las confesiones
iban y venían diariamente
cuidándonos, protegiéndonos
y acompañando nuestras soledades
sin distancia.
en medio del desayuno,
extraño,
como a media tarde . . .
cada anochecer y
hasta que tus párpados
caían de cansancio
recostada a la distancia.
Extraño . . .
las letras que
hiladas en el teclado robado,
llegaban desde el micro,
la habitación del primer piso,
o aquella acogedora pensión,
desde donde los consejos,
los secretos, los retos
y las confesiones
iban y venían diariamente
cuidándonos, protegiéndonos
y acompañando nuestras soledades
sin distancia.
*ENCERRADOS LIBRES
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