sábado, 8 de abril de 2017

*PALABRAS

Rápidas, lentas,
confusas y fuertes;
en idiomas diferentes,
cariñosas, humillantes,
dolorosas, deliciosas,
tristes y alegres.
Con sonrisas o con lágrimas;
enojadas o plenas de alegría.
Van y vienen,
se expresan y fluyen.
Las palabras...
base fundamental del diálogo.
Es una lástima, pero,
a veces... especulan y mienten.


*TIGRE.

Tu hermosa cabellera
cabalga al ritmo de la noche,
sobre mi floja cintura.
Tus rubios cabellos, lacios y largos
se enredarán en mis dedos tensos
en la tiniebla del único foco que,
a lo lejos,
deja encender tu figura
entre sombras de pasión
descontrolada . . .
que controlada por años
hoy desatas sobre mí










una y otra vez, sin mensura
ni censura previa,
sobre el viejo diario,
olvidado en la cama
de la vieja casa,
en la solitaria isla del Tigre,
donde te encontré.









































*SOLO CON VOS.

Solo con vos
entre el cielo y la tierra,
podría hacer un vínculo
difícil de romper.
Solo con vos
de la mano ante el mundo,
podría recorrerlo
sin miedo a perder.
Solo con vos
escribo en el silencio,
te pienso entre los ruidos,
espero al despertar,
ver que estás a mi lado;
caminaré a oscuras
desiertos y en la vida
pero... solo con vos,
el resto fue fantasía
o locas poesías
que escribí entre renglones
de musas traidoras,
antes de aquel día
que llegaras vos.

*SIN SOL


El sol se fue con tu partida;
los gorriones dejaron su canto 
y los verdes de bella naturaleza 
amarronaron la tarde 
de tu fugaz huída.
Enmudeció el canillita
en la vieja estación;
el pueblo se cerró 
como la primera 
y última ventana
del antiguo conventillo,
mientras los vecinos 
comenzaron a cambiar 
el color de su rostro
en medio del silencio,
a lo lejos . . .
solo entre colores 
de un bello paraguas 

creímos ver

tu última imagen correr
por el antiguo camino;
el pueblo suspiró,
murió la tarde
y mi ultima poesía 
se fue tras 
tu cuerpo sin final,
por un camino 
que jamás volveré a recorrer
entre vocales sin acentuar
y diptongos que te nombren
mojada bajo la lluvia del verano,
sin el paraguas,
que nunca,
querrás que te proteja.

*EL ALMA CONVERSA

A lo lejos el fuelle rezonga y,
en el alma, retumba la voz
de la historia jamás escuchada
en la esquina que sola quedó,
ese sueño guardado, archivado
que los bares pensó descartar.
Hoy dejó de ser solo monólogo
y con las noches
se hace dialogar
en pequeños espacios y tiempos
donde el aura suele dibujar,
una estrella única
en el universo
con la cual . . .
se puede conversar.
Se llevaron los vientos
las fobias y la sal,
pudieron encontrar,
la palabra herramienta importante,
con la cual, día tras día,
se puede volar,
apoyando los pies firmemente
respetando y sabiendo escuchar,
el camino se abre
y los miedos en la percha
se pueden colgar,
pues la mano, tendida y abierta,
es el alma que quiere conversar.

*MUTUA NECESIDAD *


Jamás borraré
la sonrisa de tu boca,
ni toda la vida
que exhale de tu piel,
soñando en madrugadas
tal vez, con algunas lágrimas,
he tenido el honor de conocerte.








Mi pasado quedó atrás,

tiré cajones completos
de viejos recuerdos,
quemé viejas cartas de llantos
encerradas en sobres amarillos
desde el mismo día
en que llegaste a mi vida,
Yo… ya no podré olvidar
tantas cosas simples
que me unen hoy a ti,
no creo que pueda...
no quiero.
Y creo que ambos
ya no podremos olvidarnos
porque de algún modo
los dos… vos y yo,
nos necesitamos.

*CAMINANDO.

Entre hojas de plátano verde,
la vereda de esponja brotó
en las calles del barrio.
Donde ella, por las tardes,
sola caminó . . .
entre el ruido de viejos camiones,
colectivos, autos y el sol,
sus pasos descubrieron
las sombras de jilgueros
y un canto en do,
mariposa de mil soledades,
entre humos de dulce color,
escondiste la luna esta noche
con las nubes
de tu propio dolor,
disfrazado de lágrimas turbias
que en tu rostro
una estrella parió.

*VELA DESNUDA.

Sombras en la pared,
detrás de las velas... tu cuerpo

y, entre mis manos,
cabellos largos y lacios
jugueteando la noche.
Lluvia en los cristales
cual música de arco iris,
y tu cuerpo que baila
al compás del amor
entre leves susurros,
y pocas palabras,
nos vamos entregando
y el gato duerme,
en la oscuridad
de la noche más bella
que... recién comienza.

SAVOY BAR, *

La una de la madrugada, la una del día que comienza, la una del domingo. En una hora más, caminare debajo de las espesas nubes de la noche, tal vez con una suave llovizna, pues las estrellas y la luna ocultas hoy no me dejaran saborear su belleza. Caminare como casi todos los sábados, hoy con mas frío tal vez, pero sé que llegare como siempre a la esquina de siempre y seguramente a las mesas de siempre, donde poco a poco nos iremos reuniendo como todos, los sábados de siempre desde hace 7 años. Allí, el café nos ira reuniendo minuto tras minuto, seremos dos o tres primero, luego cuatro, pero finalmente los cinco estaremos.
 Me preguntaran por mis hijos seguramente, preguntare por los de ellos . . . y comenzaremos a arreglar el país, a desarreglar nuestras vidas con las opiniones vertidas y a recordar tantas cosas de años pasados que entre risas,  lagrimas,  cuentos y anécdotas revividas,  matizaran la llegada del café con leche, con las recién horneadas medialunas de las seis.
Compraremos el diario una vez más, como de costumbre y seguramente cerca de las siete ya con el sol, seguramente detrás de algunas nubes, nos despediremos como cada domingo por la mañana hasta dentro de una semana más o menos, a la misma hora,  donde tal vez yo llegue último como me ha sucedido, o primero como calculo hoy. Luego dormiré para esperar volver a compartir con ella una tarde noche de domingo o no, pero la mesa del café,  con los amigos siempre estará
, estén ellas o no, nosotros estaremos siempre con un poco de alegría,  a veces mucha nostalgia y lagrimas otras, pero sabiendo que los amigos siempre estuvieron, están y estaremos siempre, por que dimos un día la palabra y eso bastó, por eso buenas noches, nos vemos en cualquier momento He de cumplir con mi palabra y con mis amigos ,chau.

*MINUTOS.


Bastaron minutos
no muchos, suficientes,
precisos, exactos, concretos
para ver en tus ojos,
transcurrir la vida
y no poder olvidar
el brillo de tu rostro,
la sinceridad de tus palabras
y saber más de ti
cuando partiste,
dejando aquel asiento vacío,
mujer de las cosas simples,
ya nada es igual,
pues cambiaste todo
sin saberlo.
Hoy te pienso,
te escribo
y no sé más de ti,
ni sabrás de mi,
única, bella mujer. . .
solo tú.

*SOLO AHÍ.

Detrás de las cuchillas entrerrianas,
donde el camino parece terminar
y el cielo envuelve el sol,
entre majestuosos verdes,
iluminando el río,
acariciando el azul celeste del cielo,
solo ahí . . .
encontré la paz del día,
entre el ruido del silencio
y tu voz,
entonando la mermelada del mate
en la tarde de primavera,
a orillas de la conversación
más dulce, contemplando
las aguas que vienen
y van, entre risas,
recuerdos y anécdotas
inolvidables.

*CAMINANDO.

Terciopelo en tus labios,
rosas en tu cabello,
miel en los claros ojos de almendra
y mi mano en tu cintura.
Así recorreremos la rambla
de la noche soñada,
mientras tenues luces
de viejo neón,
marcarán los pasos
de nuestro encuentro,
antes de que nos despida la luna
entrando al cuarto de las emociones,
los abrazos
y las suaves caricias,
esperando el templado amanecer.

*BOSQUE VIRTUAL

Te pierdes en el bosque
de ricos caramelos
que estallan de tu boca,
con tu solo pronunciar
las simples cosas de la vida.
Te escondes,
dejando el aroma de tu andar.
Te busco,
el suave perfume de tu piel
me indica el loco camino
angelical de tu figura;
las flores ríen,
los árboles cantan
y las hojas estallan
tras tu paso, mujer
de blues perdido
en la noche del jazz envuelta
en el rock sinfónico de las cuerdas
vibrando a tu nombre
sobre la almohada
de la última canción del día
solo para ti.
Ya estalla,
entre  pocas corcheas y bemoles
solo por y para vos.



*TANGO INCONCLUSO.

Sacudiendo la noche,
entre álamos gastados,
el viento trajo tu nombre
mezclado con nubes, estrellas
y furiosos relámpagos a lo lejos,
entre finas canciones de jazz
la melancolía llenó los vasos,
cerró las cortinas
y con la tenue luz
de la única vela,
nació el poema
que solo vos comprenderás
desnudando el alma
el día en que los colores
se desdibujen en tu rostro.
como arco iris sin respuesta
en la noche más oscura del tango
que aún no comencé a escribir
solo para vos.


*SOLA.

Encontrarán su bello perfume
flotando en el aire espeso
de la antigua ciudad,
y el caminar elegante
de su cansancio,
dejará en las calles
la aureola inmaculada de ser,
sobre todas las inclemencias,
la mujer más hermosa.
No la sigan, solo ella
sabe cuándo y dónde,
dejará su cuerpo
en manos del hombre que busca
y aún no encontró.

*PRESENTIMIENTO


Pesada niebla nocturna,
me acompañas por la noche,
caminando de ida y vuelta
de Cerrito hasta Callao,
La Paz, El Foro, Los Pinos;
de una y otra vereda,
entre libros y discos,
te busco, 
mujer del blues inconcluso
del rock perdido y la poesía,
que comienzo a bosquejar
día tras día,
¿¿por qué…??
Porque existes en algún lugar
y ya presiento quién eres.

*ENCUENTRO.

Suave como la brisa
que acaricia nuestras mejillas
al paso lento del abrazo costero,

así... son tus labios
y tus dedos sobre mí,
cada madrugada
en la insólita
conjunción de las almas,
en el encuentro azul
de las llamas
que perdidas de ausencias,
se encontraron
sobre el amarillo césped
del nuevo amanecer.

*LA LLAVE.

Entre dulces y flores,
jardines y
pimpollos de jazmines,
amaneceres jugosos
y recuerdos imborrables,
solo ahí . . . recostada
sobre mullidos almohadones
color del tiempo
y escuchando vinilos
que alegran el alma,
para que baile el corazón,
te encuentras tú,
en el rincón de la memoria,
que solo tu llave
puede abrir y cerrar
cada vez que diariamente,
te pienso en la soledad
de las estrellas.

*EN DO MENOR.

Donde palpita suave
el tierno calor del sol
en tu cuerpo,
mujer de los días solitarios,
las estrellas iluminan
tenue y acarameladamente
tu jugoso andar por  las calles
del quebrado Buenos Aires tristón,
y al ritmo acompasado,
de sutiles corcheas, las veredas bailan
la tinta roja de la última curda,
al verte pasar.
Mientras, a lo lejos,
el tren de la medianoche regresa,
culminando la naranja jornada,
descansando durmientes
de antiguo quebracho
marca el tiempo
que vos no respetás,
libre de relojes que,
arrumbados al sol,
pierden las agujas
al ritmo del tango,
solo en do menor.

*DERIVA.

Entre el sol y la sombra,
la luz y la oscuridad,
en el sutil, delicado y fino hilo
que separa lo bueno de lo malo;

solo ahí, en el pequeño
espacio del silencio,
en la respiración y el suspiro
del último orgasmo
de la noche lluviosa
debajo del zinc,
solo ahí te encuentro,
mujer de los sueños rotos
debajo del viejo vestido azul,
que viajas por los barrios
buscando la serenidad
que nunca encontrarás,
hasta no encontrarte vos.
Pues caminas a la deriva
sin saber aún, quien eres.

*TANGO PERDIDO.

En el suave murmullo
de la entrante mañana
sobre el gris Buenos Aires,
sacudo las penas
a orillas del río,
mientras el viento
despeina heridas
y cicatriza recuerdos
con la llegada fría
del amanecer.
A lo lejos,
fuelles quejosos
acompañan mi andar;
entre teclas y violines,
nace un tango
mientras, por las mejillas del recuerdo,
te evoco sin nombrarte,
antes de cerrar mis ojos,
como cada mañana,
salpicando letras . . .
del tango que busco
sin encontrar.

*PERDIDA MIRADA

Se perdió
tu mirada en el río.
A tu lado observé
como cambió
tu rostro de color.
Los ojos pardos
se oscurecieron
y la tez rosada
empalideció.
Llenaste de recuerdos
tu cuerpo
y él respondió.
El sol hizo lo suyo,
te llamé y,
sin respuesta,
te abracé,
lloramos juntos
hasta el amanecer
y cerramos la grieta
para siempre,
hermosa mujer
de las hojas caídas.

*LA MATÍAS.

Cargando valijas
de viejos momentos
te encontré sentada
en la vieja estación.
Parecías el viejo Matías,
acurrucada y fría
debajo del triste
y antiguo farol,
Saavedra te acuna
en viejos andenes,
la luna acurruca
la noche en tu piel.
Mujer de las calles verdes
de mi barrio,
vuelve a ver el día
que el sol te llevó.
Ven, dame la mano, que
por la avenida
corre aún la vida,
vamos hacia el sol.

*ESQUINA . . . POETA.

El viento se llevó tu nombre
en la noche más oscura de abril;
las cuerdas tensadas
de la vieja guitarra
afinó en melodía
aquel fino traje gris y,
y entre murmullos
casi sollozando,
partió la mejor canción;
a contarle al mundo,
con perfumadas notas,
quién es la preciosa mujer de abril,

que inundó las venas
del último tango
al quebrar la tarde
que parió la luna,
la mejor estrella
que te vio partir,
como serenata
en labios ajenos
pronunciando el nombre
del pétalo gris,
mujer del perfume
envuelta en corcheas,
sobre un fuelle abierto
tu nombre estalló,
al caer la noche
sobre Buenos Aires
y entre las calles
de un viejo barrio,
sentado en la esquina,
el poeta murió.

*DESPUÉS DEL SÁBADO

Culmina el sábado
de sueños y caricias,
entre almas
singulares al sol
de la primavera invernal.
Donde el Obelisco
perdió mágicamente
su punta mirando al cielo,
en un ensayo
de cultura visual
jamás imaginados por muchos.
Se fue la luna y,
al iluminar el otro continente,
aquí comenzó el día,
donde la soledad me acompaña
en la plaza solitaria . . .
Sosteniendo las correas,
acompañando los perros,
de lejos te observo,
mujer de los mil días,
envuelta en poemas
que nunca sabrás
que, a diario y en diagonal,
se escriben para y por ti
sobre las nubes del barrio
que me parió a las letras.

Entre Vos y Yo. +

El brillo de tus ojos, el color de tu cabello y la sensualidad que despliegas en cada palabra de enojo, solo está en vos, en las canas que e...