sábado, 8 de abril de 2017

*MDQ.

El auto estaba estacionado frente al mar, los altos acantilados los separaban de él y la fuerte lluvia pegaba en el parabrisas como castigándolo. Los vidrios comenzaron a empañarse y el océano se desdibujó detrás del diluvio hasta encender el desempañador. Ella mira fijo el horizonte, ahí donde la línea del mar se confunde con las espesas nubes; el limpiaparabrisas iba y venía sin cesar, lo mismo que su mente que no encontraba el equilibrio justo entre cabeza y corazón. Él la miraba fijamente, comprendiendo todo, por la radio anunciaban más tormenta, mucha agua todavía por caer. Comenzaba a anochecer, ella lo miró a los ojos y comenzó a besarlo, apasionadamente. Mientras saca las esposas del bolsillo de su campera, él mantiene los ojos cerrados. En tanto se siguen besando, ella velozmente esposa su muñeca al volante y baja del auto. En décimas de segundo él la ve tirarse desde el alto acantilado y entra en un terrible pánico enloquecedor. Desesperado intenta llegar al celular y llamar a la policía.
A las 20:30 llegó el patrullero, a él lo están indagando, mañana con el día probablemente sepamos algo de ella... Mientras, en Mar del Plata, sigue lloviendo torrencialmente y por la radio, la televisión y los portales de internet las especulaciones del nuevo femicidio ya recorren el mundo . . .

*EXTRAÑA COMPAÑÍA.

Entre vainillas amarillas
de viejas veredas,
baldosones resbalosos y asfalto,
visten Buenos Aires la noche gris
del otoño porteño,
mientras cae suavemente,
como fina
y delicada caricia de mujer,
la tenue y triste
llovizna de la madrugada,
y un martes más comienza
sin vos . . .
aunque lejos,
envuelta en cobijas livianas,
en la soledad del cuarto,
con ventana a la calle,
me lees y sonríes,
pues sin decirlo,
sabes... que te acompaño.

*ENRÉDATE.

Ven a navegar por mi cuerpo desnudo,
con tus manos ardientes de pasión;
descubre mi sensibilidad
y ahógate en mis ríos de ansiedad;
recorre cada parte de mi cuerpo,
que está deseoso de ti;
estremécete y entrégate
que tu excitación me hace desmayar,
acaríciame lentamente,
hazme resurgir,
rodea mi cintura,
bésame con locura,
hazme delirar,
enrédate en mis brazos
y no me dejes nunca escapar.
Mírame a los ojos
mientras tus manos
siguen recorriendo mi cuerpo;
encuentra mis oscuridades,
ámame esta noche, amor,
que hoy necesito hoy
sentirte dentro de mí
y disfrutar lo nuestro,
como cada noche,
se vuelve éste,
nuestro tan esperado encuentro.

*GRACIAS A LA LUNA.

Me miraste a los ojos,
tendiste tu mano
y acomodando tu largo
y azabache cabello,
me dijiste todo sin hablar,
pasaron los minutos
nos olvidamos del tiempo,
la música sonaba suavemente;
nos olvidamos de ella y,
desde aquel día,
que no recuerdo la fecha,
no nos separamos del sueño
que juntos planeamos de por vida,
aquella noche en que la luna
nos encontró perdidos
por las calles de la soledad
y nos guiñó para siempre.

*TUS DEDOS.

Cristales tallados
de inmensa ternura;
delicados, finos,
y de pequeña estatura,
se deslizan y expresan
con cóncava dulzura
en cada movimiento
tu bella frescura;
dulces, elegantes
y de rápida acción
cremosos, sutiles,
dóciles y de sabia elección.
Así de simple y complejo
son y serán simplemente
los tuyos igual
que tu corazón.

*UN ABRAZO

El viento se llevó la espuma,
y quedó el dulce perfume
de tu voz, entre gorriones
y pájaros de diversos colores
compartiendo el mediodía,
la tarde comenzó a revolotear
recuerdos en viejas
y dolosas viejas historia,
detrás del andar
la ruta se hizo canción
de sueños y esperanzas
compartidas a son
de la música y las lágrimas
que solo el sol dibuja
en tu  rostro lleno
de vida, entre la selva
de parásitos e intereses.
Yo me detuve a ver,
y te encontré
en el disfrute de tus ojos
cansados y brillantes
ante la vida sin prisa
y sin demora
en medio de la soledad,
donde un abrazo vale más
que mil palabras.

*AMIGA.

Compinche transgresora
de pasillos entrañables,
años inolvidables,
nos pasó la vida
surcando anhelos
algunos cumplidos
otros truncos
y muchos por venir,
y así fuimos cambiando
el color de los cabellos,
o perdiéndose;
detrás de algún proyecto,
artista, genia del diseño
tus dedos envuelven lápices
y bucean bocetos
de geniales obras de arte,
tu don de gente
recrean de tu amistad
y entendimiento,
mi orgullo de contarte
como Amiga, compinche
y cómplice
de mis ideas por cumplir,
tu inmenso corazón
lleva el hermoso y original
diseño marcado de tu nombre
y la amistad es una fiesta a tu lado
compartiéndolo todo:
la risa, la angustia y la confesión.
Solo vos, mujer amiga,
cómplice, compinche
reúnes esto y mucho más
solo vos, mi amiga. . .


*POR LA MAÑANA.

Azucarados labios
del gris mediodía;
tus ojos salpican miel
entre mis manos,
que acarician tu tez
lentamente en frágil
momento de despedida
de la próxima vez,
donde solitariamente
seguiremos construyendo,
sin prisa, el nido sin nudos
de lo posible en armonía,
solo ahí, detrás de las nubes,
donde el sol brilla
empañado por tu presencia.

*NUESTRAS.

Mis arrugas, tus arrugas,
son las huellas de un pasado
que no queda en el olvido.
Nuestras arrugas
para bien de lo vivido
son pan comido.
Las arrugas
son el inevitable envejecer
y la belleza de un atardecer.
Las arrugas,
para ese inmaduro deseo
de idolatrar la juventud,
no poseen valor ni virtud
es simplemente
nuestra vida en rasgos,
nuestra experiencia en trazos
nuestros días y con ellos, ellas.

SOL FUGITIVO.

Lentamente en do menor,
castigas sin demora
el cristal de la triste ventana,
gotas tras gotas
perseverantemente rompiendo
el largo silencio del domingo,
donde solo llegan a mí,
musas incómodas y
mal alientas a humedad
que traen tu nombre
y tu cuerpo en repetidas
estrofas de amor discursivo,
viento, lluvia, sonidos
retrógrados
de un pasado reciente
y a lo lejos, la voz del tren
entre rieles y viaductos
que solo me vuelven
a conducir a tu cuerpo
desnudo de palabras vacías
sobre hojas en blanco
y etiquetas en la memoria
de fugitivo sol de la mañana.

*BUENOS AIRES, ESQUINA HOY

Avenida Belgrano y Virrey Liniers,
la esquina del funyi y la encrucijada.
Quedó en el recuerdo lejano
del violín desarmado,
entre viejas cuerdas y estiradas clavijas.
Un tango triste y una melodía sostenida,
viajan por veredas angostas,
buscando el ayer.
Hoy, el olor a droga
se confunde con el del tabaco
y, en las veredas, las botellas
aceleran el vaciamiento
neuronal de la prematura juventud.
Bella Buenos Aires,
te están desarmando,
el tranvía por el metrobus
el arte por plásticos amarillos.
Vos llorás en cada esquina,
mientras te recorro y lloro
entre nostálgicos recuerdos...
buscándote.

*VOS, NOSOTROS.

La hoja en blanco
y ella vos,
desdibujando el día
entre colores turbios,
la hoja en blanco
y en ella vos,
pintando la noche
con colores vivos,
la hoja en gris
y en ella,
mis sueños contigo,
dibujando en colores
los días azules.
La hoja y vos
tus negros ojos,
y juntos pintamos
el día en letras,
la noche en prosas
y una vida
en sabrosa poesia.


*ECLIPSE.

Nos buscamos a viceversa,
y nos perdemos
sosteniendo la brújula
equívoca del tiempo;
la música nos sigue
lentamente acompañando,
y el volumen descontrolado
nos agita el hemisferio
de la realidad.
Controlarnos ya es imposible,
las corcheas bailan y,
entre blancas y negras
sostenidas, los bemoles
acentúan el acorde
una y otra vez,
bailamos y el sonido
del silencio nos acerca,
los sentidos y la percepción
pueden más,
es el amor encapsulado en grageas
que ambos compartiremos
cuando, un mediodía,
el sol tape la luna.

*DE TÍ Y DE MÍ.

Sé de ti,
de tu carácter
y esa cáscara que envuelve
toda la ternura de tu ser;
sé de tus broncas y alegrías,
tus lágrimas y sonrisas.
Sé de ti,
de tus aventuras ocultas,
tus silencios profundos
y esos años que,
entre canas,
corren por tu soledad.
Sé de ti,
nos sabemos y reconocemos
pero tú no sabes,
nada de mí por ti,
sólo intuyes
lo que alguna vez
has pensado en fantasía,
cuando soñaste
que te bajaba la luna
solo para vos.

*DESCALZOS.

En la transparencia
de tus ojos acaramelados
se ve la vida brillar;
en tus palabras
el derrotero sin fin
de sabores agridulces
del pasado y recuerdos
que perduran archivando
alegrías de por vida.
Y en tus manos
el trabajo diario
persistente y silencioso
de las palabras
que atrapo en poesías,
mientras nos buscamos
en el mismo laberinto...
descalzos por la vida.

*FIEBRE.

El desvelo me lleva siempre
a las mismas estructuras donde,
solo la temperatura corporal desciende,
en palabras hiladas y musas inquietas
dentro de mi cabeza afiebrada
y se precipitan solo en tu cuerpo,
bailando alrededor de la cama,
buscando una y otra vez
la loca poesía del encuentro
un domingo de sol a orillas del mar,
leyendo el cuento
que aun no escribí,
donde somos protagonistas de la noche.
El diálogo y las palabras cruzadas,
buscando el momento crucial
de los abrazos postergados
en la inconclusa soledad de Buenos Aires.

*TODA UNA NOCHE.

Inclinación, ángulo perfecto
adyacente a la complacencia
de una anatomía
con cuerpo de poema
simétricamente expuesta
al ondular que agita y golpea
en plena eclosión.
Clamoroso el sollozo
de su voz aún 
con los labios colmados,
ruborizados de tanto ardor,
me regala su sonrisa,
razón de mi plena locura
fraguada por sus mieles
diseminadas como soles
entre nuestros cuerpos,
despertando el día.

*PUNTOS Y COMAS.

Vuelas y,
entre los intrépidos
acantilados, tu voz
se pierde en el mar,
buscando el brillo
de tus ojos perdidos
tras la tormenta
de flores que,
entre las nubes
destella el andar
de tu bello cuerpo,
mujer de azares
tu silueta es el cometa
de la vida sin reproches,
y entre tus ojos
me pierdo entre orgasmos
de sal multicolor
mientras te escribo
entre puntos y comas,
sin retorno

RIOBA.

Un sábado más se diluye
en el almanaque, el barrio
silencia la tarde y solo
el tren sacude las almas
al sol tenue que lentamente
se retira de las calles,
cotorras, jilgueros, gorriones
y a lo lejos viejos fantasmas
comienzan a inundar la calle,
donde años atrás
las pelotas y las bicicletas
corrían hasta la luna,
todo cambió, menos las estrellas
que aún me acompañan con la luna
sobre un barrio que conozco
pero ya él no me reconoce.

*SUSPIRO FINAL.

Entre el cielo
y las sombras
guardo tu recuerdo,
viejas fotos de papel
colores intensos que ya
se fueron apagando
y el recuerdo de tu voz,
cada mañana al despertar.
Tu rostro al finalizar el día
y entre rutinarias poesías
la sombra de lo imposible
transitando el desayuno,
la merienda y la cena
en la soledad del sol,
buscando el eclipse
que nos vuelva a acercar,
una y otra vez
hasta mi suspiro final.

*JUEVES.

Al amanecer, tu cuerpo,
se desliza entre pétalos azules
de tierna primavera;
el perfume inunda las sábanas
y el sol penetra
a través de las rendijas,
como espiando el momento
donde juntos comenzamos
la cabalgata de la vida
entre sueños que compartimos
con solo pensarnos a distancia
e imaginarnos el próximo encuentro,
cuando rueden estrellas
sobre las veredas y el calendario
marque una vez más...
jueves por la noche.

*BARRA.

No es irrelevante
tu suave andar,
no es altanero
tu cálido hablar,
no es prepotente
tu forma de expresar,
no es inadvertida
tu presencia al llegar,
pero . . .
eres tan suave, cálida
y  glamorosamente única,
que en tí fije mi vista
apenas llegaste,
y hoy volví a buscarte
pero ya era tarde,
me dormí en el pudor
y el miedo me despertó
pasado el tiempo.

*HUECOS Y DESTELLOS.

Mientras escondes pudores
y palpitas esperanza,
tu corazón se agiganta
entre flores de vidrio
y noches de ensueño,
mujer de palabras intensas
huecos  y destellos,
tu figura se desvanece
en mi almohada
mientras escribo
en las nubes de sueño,
tu nombre en letras
tu suspiros en aroma
y tu belleza espiritual,
en poesías sin tu nombre.

*EL VIEJO CORRALÓN.

Alcantarilla, buzón y esquina;
el cordón y lo que queda
de esos viejos y gastados adoquines,
girando al correr del hilo de agua
recorren la cuadra del viejo corralón,
hoy un bodegón rock and pop.
La nostalgia reluciendo, a su pesar,
en las viejas y prolijas paredes
de ladrillos a la vista,
como hojas del calendario,
donde el tango baila un rock
y las chicas van detrás de los muchachos,
perdiendo la adolescencia en la niñez.
En el rincón un viejo tocadiscos
mientras vinilos decoran el salón
de viejas habitaciones unidas
por la demolición, galería, parral
y el olor a Buenos Aires
mezclado con sushi y champagne
mientras, enmarcados entre el humo.
Julio Sosa y Pappo me miran
frente a la barra donde ya el estaño
queda en el recuerdo de la historia
que tapamos a diario y yo,
encierro en lágrimas de poesías.

*ME FUI.

Con la brisa del lunes
se fue la última noche
de fantasmas abandonados
en el camarín trasero.
Se apagaron las pocas
y tristes luminarias del hall;
el eco duerme
en la parrilla de luces sin vida.
En el escenario dejé una flor,
amarilla bien de cábala,
y una lámpara encendida
dejé en el salón
por si desean regresar
antes de que la topadora
arrase con la historia.
En la marquesina quedó,
colgado del último neón,
mi nombre casi destruído
y, desde el bar de enfrente,
el cartel de "vendido"
se confunde con "despedida final".
Hoy muere un pedazo de historia
y con él me voy yo,
a recorrer camarines con viejos amigos,
donde solo el arte y las buenas costumbres
nos juntaron antes de que el progreso,
naciera para confundir
el respeto con la necesidad;
los celulares, con mirarnos a los ojos
y la charla con un café de por medio
con un mensaje frío y distante.
Me voy, donde pueda mirar a los ojos,
conversar en una esquina,
regalar una flor y un chocolate
y tomar de la mano a una amiga
sin pensar en nada más
que solamente en la amistad,
sin sexo ni doble discurso.


Entre Vos y Yo. +

El brillo de tus ojos, el color de tu cabello y la sensualidad que despliegas en cada palabra de enojo, solo está en vos, en las canas que e...