domingo, 20 de octubre de 2013

EN EL VIEJO MOLINO


El viejo Molino de Rivadavia y Callao, me detuve en la puerta y contemple su magnífica pero deteriorada arquitectura, cuántos recuerdos lindos pasaron por mi mente en los minutos que te esperé, allí en sus sótanos mi abuelo hacia uno por unos los ricos caramelos o los moños o escarapelas celestes y blancas también de caramelo o para pascuas guardaba celosamente joyas que después a pedido serían regaladas dentro del huevo para alguna pascua, luego con la llegada de la democracia fue el punto de reunión de más de un día por la mañana o por la tarde, parecía la cocina del congreso o de otras reparticiones públicas cercanas todo se tejía ahí, en esas mesas se firmaron más de un pacto para sacar un proyecto adelante o para frenar uno que otro mientras los cafés iban y venían durante todo el día.
Y llegaste vos, espléndida para compartir la tarde, dónde aun no sabíamos, pero pronto estamos sentados compartiendo el café cerca del lujoso cementerio de Buenos Aires capital, el más paquete, el aristocrático que ignoramos pero ahí estaba.
Pasaron los primeros pocillos y la conversación se hizo minutos tras minuto cada vez más interesante volvieron a pasar otros dos pocillos y nos olvidamos del tiempo involucrados en un charla sincera pausada y amena pero llego la hora de la cena y sin movernos de esa mesa y de esa vereda cenamos dejando el mundo que pasaba a nuestro alrededor casi sin verlo sin notarlo, sin darnos cuenta de nada de lo ocurrido. cuando después de cinco hora decidimos partir recién ahí nos dimos cuenta de las horas pasadas compartidas.

Eso sucede muy pocas veces, pero sucedió y ambos contentos por la tarde ya trascurrida nos despedimos; hasta muy pronto, nos volveremos a encontrar seguramente teniendo como cimiento fundamental de nuestro encuentro y sobre todas las cosas el dialogo, base fundamental de toda buena relación de gente civilizada que enfrente la vida tal cual es.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

CUARENTA Y SEIS



Entró alegremente al auto, después de un caluroso saludo me quitó el reloj,  quedé asombrado,  me acompaña siempre,  todos los días del año…  desde hace tanto tiempo que ni recuerdo. Pero no pude decir que no, ella lo planteó rápidamente, desde ahora no hay tiempo, sólo el nuestro, y compartí , llegáramos cuando llegáramos y hacer todo sin mirar la infernal máquina que nos sigue en la muñeca. La idea era dormir sin horario desayunar, almorzar, merendar y cenar a la hora que fuera y andar de aquí para allá cuando lo decidiéramos y así fue, viaje nuevo, vida nueva. Ella intentaba borrar el pasado, yo intentaba lo mismo, pero ninguno de los dos nos dijimos el motivo.
El viaje fue increíble, la conversación amena,  hicimos tres  viajes al mismo tiempo, juntos fuimos a ver el mar, lo contemplamos,  lo escuchamos y en silencio le hablamos.   Yo comencé a olvidar mi pasado, preocupado en verla viajar con su mirada perdida detrás de esos ojos negros que discutían en su interior a cada momento,  en una lucha intensa por saber dónde y cómo y qué hacer.


Con ella rompí el pasado, ella rompió el silencio y quebró en llanto.  La conversación fue ÚNICA, creo no volver a conversar algo así nunca más,  el silencio cual cómplice de aquella madrugada,  selló un hermoso pacto de honor entre ella y yo. Quedó grabado dentro de las lágrimas que mojaban nuestras mejillas mientras nos mirábamos firmemente, locossssssssss si locos, pero juntos. El resto no nos importó,  no nos importa ni nos importará. Ella levantó la banderita de taxi libre, yo me puse medio melón en la cabeza y nos dimos la mano, su palabra y la mía valen más entre nosotros que todas las opiniones recibidas. Veintidós nos gritaban los gorriones, veintidós nos gritó la luna y nosotros carcajada tras carcajada, encuentro tras encuentro nos reímos de todos disfrutando de un mundo que juntos creamos, sólo para nosotros dos.

viernes, 27 de julio de 2012

SIN DESPEDIDA. (2012)

Hace siete años, un día  como hoy, mi viejo cumplió  80 años. Un día como hoy la heladera llena de bebidas,  estaba coronada con una gran torta con los colores marrón y blanco, la bandera calamar. Sí, un día como hoy, pero justo ese día, mi viejo se quedó dormido para siempre. Ese día, donde todos lo esperábamos para saludar, para festejar su cumple número 80, mi viejo no se levantó, siguió su sueño eterno. Nosotros lloramos su ausencia, pero él se fue sin sufrir, creo que fue el mejor regalo que la vida le pudo dar. Después de su ejemplar paso por ella. Hoy lo recuerdo como todos los días, tal vez un poco más y solo me resta decirlo una vez más: gracias viejo, por todo, y chau. Hasta pronto.

jueves, 30 de septiembre de 2010

BAR CERRADO.

“Bar cerrado, a partir de hoy  debido a la inseguridad creciente en nuestro barrio sumado a la dura situación económica, desde el día de la fecha, la casa cerrará sus puertas desde la 1 a las 6 de la mañana” , un cartel con leyenda similar me encontré anoche en nuestro querido bar donde sábado tras sábado nos juntábamos a esperar el día para desayunar, rápidamente y gracias a la telefonía móvil nos reencontramos y la mesa se formó como siempre en el viejo bar de la calle Cabildo y Ugarte, donde allá lejos , hace muchos años comenzamos noche a noche a juntarnos después de caminar unas 30 cuadras para llegar.
Hoy pasados más de 30 años volvimos, EL Savoy, nos volvió a recibir como siempre y rodeando la mesa nos encontramos pasadas las 4 de la madrugada, como cada sábado por la noche o domingo de madrugada de acuerdo a la óptica de cada uno y allí estaremos como lo estuvimos hoy sábado tras sábado intentándolo todo, la política como eje principal, luego el fútbol y la vida, reuniéndonos como lo que fuimos, lo que somos y seremos, amigos simplemente amigos, con todo lo que incluye esa simple palabra con tanto contenido.

viernes, 9 de julio de 2010

BUTI. ( San Pedro 2010)

El msje llego pasadas las 21 hrs, las flores no se pudieron enviar y el pasacalle no se pudo colocar, lamentamos mucho, puede pasar a retirar el dinero, por la calle J.D Perón.    Hu, montó en furia y partió sin rumbo fijo, pero ya sobre la ruta, la fuerte música de rock y el paso de kilómetro y kilómetros a paso lento fueron cambiando su humor, los sonidos de las guitarra apaciguaron la furia, llego la calma, Campana y su simpática costanera los recuerdos de una conversación muy intensa allá lejos y hace tiempo, pasaron por esa orilla, luego Zárate y la parada obligatoria de combustible y el destino final como más de un sábado, EL Butti.

La noche colmaba sus instalaciones, la vereda completa y en su interior muchas caras desconocidas, pero como de costumbre los parroquianos en la mesa de pool de la punta izquierda rodeándola, después del saludo llego el reproche que él no quería escuchar. Te borraste ¡¡¡.
Cuanto hace que no venís che, que te pasa, pero entre risas y excusas tontas todo quedo solucionado con una la próxima visita en los próximos sábados.
Formaron rápidamente la mesa, el triángulo se llenó de bolas con sus respectivos colores,  formamos los cuatro equipos para hacer el juego ágil y de eliminación rápida, todo listo y en menos de 5 minutos Oscar era mi compañero, que viene cada sábado de Baradero, quedamos eliminados en menos de cinco minutos.
Oscar enojado se fue a la barra y  vi a la turca sola y con la vista perdida con un vaso de whisky, casi vacío en una mesa alejada, al arrimarme vi en su rostro cierta tristeza, jugué con sus rulos como de costumbre y tras intercambiar algunas palabras llego el abrazo y luego el llanto, la cubrí con mi cuerpo y juntos salimos hacia la costa. 
Esperé que el alcohol pasara por su cuerpo y me fuera contando sus penas,  todo después de una larga conversación volvió casi a la normalidad, le contó mi bronca por el ramo de flores no enviado y el pasacalles no colocado por desidia  de aventureros avisos de internet y juntos volvimos al Butti a tomar un café antes de la partida, masajeé su espalda delgada y acomode con mis dedos esos rulos inolvidables, ella acomodó sus calzas, se volvió a subir a los altos zapatos rojos y sonriendo me abrazo agradeciéndome los consejos antes de entrar a tomar el café planeado. 
Eran casi las 4 de la mañana, en la estación los amigos como cada sábado me esperaban y después de abrazar uno por uno los Sanpedrinos amigos de la noche en soledad, partí por la 9 abajo rumbo a la estación, donde ese sábado llegue último.
Las medialunas recién horneadas todavía mantenían la temperatura ideal para un buen desayuno, cuando me senté cansado y agotado de dicha trasnoche, conté la historia del pasacalle y las flores que no llegaron a destino, percibía que algo había sucedido antes del msje recibido, por lo cual había decidido partir a visitar viejos amigos en un pueblo ciudad no tan cercano, del cual  traia la ensaimada de regalo como lo hacía siempre por su paso por San Pedro.
Me comprometí, a acompañarlo a buscar el dinero en la semana del planeado saludo frustrado y con el diario bajo el brazo me dejo en la puerta de casa cuando detrás de la iglesia los rayos del nuevo ida ya asomaban, y con un chau medio dormido nos separamos hasta una noche de estas en el mismo lugar de siempre.

Entre Vos y Yo. +

El brillo de tus ojos, el color de tu cabello y la sensualidad que despliegas en cada palabra de enojo, solo está en vos, en las canas que e...