Cielo de mariposa,
tu cuerpo al viento
desdibuja la noche
y, entre mis brazos,
sacudes el día
y explora rincones ocultos
de mi ser,
barrosos y estancados
en viejos amaneceres
que jamás volví a despertar,
junto a la efímera metáfora
de amarnos
hasta el día final.
jueves, 2 de febrero de 2017
martes, 31 de enero de 2017
*SECRETOS DE RÍO.
En el asfalto
de soledades compartidas,
tu rostro bosteza la luna
y en la vista titilan
las estrellas del nuevo día
sobre cientos de letras que,
en palabras,
nos acompañan
sin siquiera conocer
tu dulzura envuelta
en esa cáscara
que todo lo puede
hasta acompañarse
en la simple soledad
de la noche,
mientras el río
va guardando recuerdos
mientras la luna se esconde
sobre los viejos pajonales
que, ayer, rieron por vos,
cuando feliz paseabas
desnuda en la arena
de los sueños.
de soledades compartidas,
tu rostro bosteza la luna
y en la vista titilan
las estrellas del nuevo día
sobre cientos de letras que,
en palabras,
nos acompañan
sin siquiera conocer
tu dulzura envuelta
en esa cáscara
que todo lo puede
hasta acompañarse
en la simple soledad
de la noche,
mientras el río
va guardando recuerdos
mientras la luna se esconde
sobre los viejos pajonales
que, ayer, rieron por vos,
cuando feliz paseabas
desnuda en la arena
de los sueños.
*JAQUE SIN RESPETO.
Te encontré
entre los cronopios de la vida,
ruleta de sueños,
nubes de cristal
y almohadas vacías
de recuerdos,
con los proyectos truncos
y los días revueltos
entre confusas soledades.
Equivocas, buscando
entre horas vacías,
el tiempo perdido,
el sol en la noche
y la luna un mediodía,
mujer de los sueños descalzos
y las heridas de colores.
La vida te engañó,
pues con ella no se juega
y vos al borde del abismo
le has cantado jaque
sin respeto.
entre los cronopios de la vida,
ruleta de sueños,
nubes de cristal
y almohadas vacías
de recuerdos,
con los proyectos truncos
y los días revueltos
entre confusas soledades.
Equivocas, buscando
entre horas vacías,
el tiempo perdido,
el sol en la noche
y la luna un mediodía,
mujer de los sueños descalzos
y las heridas de colores.
La vida te engañó,
pues con ella no se juega
y vos al borde del abismo
le has cantado jaque
sin respeto.
*SOLA.
Cuando anochezca
tu labios querrán
saber de mí,
me extrañará tu piel
y la voz silenciosa
se quebrará en el grito
que nunca podré escuchar,
pues solo vos
y tu intolerancia,
pusieron la distancia
para que jamás suceda
lo que, alguna vez,
salió de tu boca
como el deseo
que frustraste con la misma
entre mentiras . . .
mientras borrabas estrellas
y escondías la luna,
para quedarte a solas
en un mundo de fantasías.
tu labios querrán
saber de mí,
me extrañará tu piel
y la voz silenciosa
se quebrará en el grito
que nunca podré escuchar,
pues solo vos
y tu intolerancia,
pusieron la distancia
para que jamás suceda
lo que, alguna vez,
salió de tu boca
como el deseo
que frustraste con la misma
entre mentiras . . .
mientras borrabas estrellas
y escondías la luna,
para quedarte a solas
en un mundo de fantasías.
*INCONSCIENCIA.
Entre nubes
las gotas juegan
el baile de la nueva tormenta,
el viento acompaña
su dulce paseo
y en el horizonte
el sol,
llora de vernos
sacudir los bosques
mientras bajo el agua
nos preguntamos
el porqué
de tanto fuego,
mientras la conciencia
nos grita enfurecida,
te avisé . . .
no llores por lo que
vos provocaste.
las gotas juegan
el baile de la nueva tormenta,
el viento acompaña
su dulce paseo
y en el horizonte
el sol,
llora de vernos
sacudir los bosques
mientras bajo el agua
nos preguntamos
el porqué
de tanto fuego,
mientras la conciencia
nos grita enfurecida,
te avisé . . .
no llores por lo que
vos provocaste.
*LA TIERRA.
Permanece
al indiscriminado
maltrato diario;
al olvido, al descuido
y a la indiferencia.
Permanece,
se ensucia, contamina
se arrasa, desmonta
y perjudica a diario
pero permanece,
hasta que un día . . .
se cobre,
con toda la furia,
nuestra indiferencia
y se quede
sola a recuperarse,
pero ya...
sin nosotros.
La tierra.
al indiscriminado
maltrato diario;
al olvido, al descuido
y a la indiferencia.
Permanece,
se ensucia, contamina
se arrasa, desmonta
y perjudica a diario
pero permanece,
hasta que un día . . .
se cobre,
con toda la furia,
nuestra indiferencia
y se quede
sola a recuperarse,
pero ya...
sin nosotros.
La tierra.
martes, 24 de enero de 2017
*ELLA.
La escalera del vestuario detrás de la Cachila nos reunió como más de una tarde noche, sentados ahí, tuvimos una larga conversación. Ella emprolija mi corbata azul, yo hacía lo mismo con su largo cabello castaño claro, que enredaba entre mis dedos como un juego en cada encuentro, pero decidimos cortar nuestra alocada relación de adolescentes, los dos teníamos miedos, miedos al futuro que comenzaba en poco tiempo detrás de las libres rejas de la escuela, nos esperaba en pocos meses un futuro casi incierto pero sé el futuro, y compartirlo era insostenible, por lo menos como ella quería. Nos tomamos las manos fuertemente y ella, con un rostro casi de enojo partió a su casa, a mí me esperaba el entrenamiento, que no cambiaría por nada.
Pasaron los días y, justo en la escalera, nos cruzamos frente al cuartito, yo entraba y ella subía; se acercó y me dijo al oído, casi susurrando: "Te espero en la Cachila, en el recreo largo".
No podía fallarle. Volví al taller, le comenté al Tano, que debería tener una conversación y, como siempre, cuando le decíamos la verdad, me dijo "vaya y pórtese bien, pero vuelva".
Sonó el timbre, bajé corriendo la vieja escalera y el largo pasillo de talleres; llegué a la Cachila y viendo su figura desde lejos, pensé mil cosas en cada paso a su encuentro.
Nos sentamos mirando la cancha, en la escalera de siempre. Encendimos los cigarrillos que juntos compartimos hacía meses y me entregó un dibujo, hecho por ella, dedicado a mí, me dijo: "Algún día encontrarás la mujer de tu vida y ojalá sea ésta que dibujé pensando en vos y para vos. Me causó gracia, lancé una carcajada y ella se enojó. Su rostro, retirándose, simplemente dijo: "No entendiste nada".
Pasaron muchos años, no supimos por mucho tiempo nada uno del otro, pero yo conservaba ese dibujo.
Hoy encontré esa mujer,y como le prometí a ella, la cuidaré, protegeré y trataré de amarla como tantas veces conversamos. Es casi la utopía de aquella adolescencia tan linda, compartida y conversada pero, ante todo, es mi palabra, la que alguna vez le di hace muchos años en nuestra querida escuela y hoy convencido de que tenía la razón que aquel día no le di, publicó aquel dibujo y le grito, ¡¡la encontré!!
Ojala vos y ella se encuentren en este sincero relato, de pocas palabras, pero de cuarenta años de vivencias separadas que hoy confluyen por primera vez. Y ojalá comprendas que todo lo que pensamos hace tanto tiempo y pudimos realizar juntos, pero nos prometimos realizar por separado hoy yo lo estoy cumpliendo y ojalá vos me estés leyendo como ella.
Pasaron los días y, justo en la escalera, nos cruzamos frente al cuartito, yo entraba y ella subía; se acercó y me dijo al oído, casi susurrando: "Te espero en la Cachila, en el recreo largo".
No podía fallarle. Volví al taller, le comenté al Tano, que debería tener una conversación y, como siempre, cuando le decíamos la verdad, me dijo "vaya y pórtese bien, pero vuelva".
Sonó el timbre, bajé corriendo la vieja escalera y el largo pasillo de talleres; llegué a la Cachila y viendo su figura desde lejos, pensé mil cosas en cada paso a su encuentro.
Nos sentamos mirando la cancha, en la escalera de siempre. Encendimos los cigarrillos que juntos compartimos hacía meses y me entregó un dibujo, hecho por ella, dedicado a mí, me dijo: "Algún día encontrarás la mujer de tu vida y ojalá sea ésta que dibujé pensando en vos y para vos. Me causó gracia, lancé una carcajada y ella se enojó. Su rostro, retirándose, simplemente dijo: "No entendiste nada".
Pasaron muchos años, no supimos por mucho tiempo nada uno del otro, pero yo conservaba ese dibujo.
Hoy encontré esa mujer,y como le prometí a ella, la cuidaré, protegeré y trataré de amarla como tantas veces conversamos. Es casi la utopía de aquella adolescencia tan linda, compartida y conversada pero, ante todo, es mi palabra, la que alguna vez le di hace muchos años en nuestra querida escuela y hoy convencido de que tenía la razón que aquel día no le di, publicó aquel dibujo y le grito, ¡¡la encontré!!
Ojala vos y ella se encuentren en este sincero relato, de pocas palabras, pero de cuarenta años de vivencias separadas que hoy confluyen por primera vez. Y ojalá comprendas que todo lo que pensamos hace tanto tiempo y pudimos realizar juntos, pero nos prometimos realizar por separado hoy yo lo estoy cumpliendo y ojalá vos me estés leyendo como ella.
lunes, 23 de enero de 2017
*TUS MANOS.
*COPA VACÍA.
Entre el barro que recorre tus venas,
Buenos Aires,
la noche voy a remontar,
despertando en esquinas
poemas dormidos
para hacerlos tango
y volver a cantar.
Ciudad de mil luces
entre fuelles y cuerdas,
vaciaré la copa
de algún arrabal
en los senos firmes
de alguna muchacha que,
con vos, un tango
quiera hoy bailar.
Buenos Aires,
la noche voy a remontar,
despertando en esquinas
poemas dormidos
para hacerlos tango
y volver a cantar.
Ciudad de mil luces
entre fuelles y cuerdas,
vaciaré la copa
de algún arrabal
en los senos firmes
de alguna muchacha que,
con vos, un tango
quiera hoy bailar.
*ESTA NOCHE.
martes, 17 de enero de 2017
*VIEJOS RECUERDOS.
Enjuagas tu cuerpo
entre mis brazos,
tendiendo el aroma
de tu suave piel,
mujer de las notas
graves y disonantes
del viejo pentagrama
tendido sobre las sábanas
de nuestra noche inolvidable
entre canciones de piano, saxo
y el murmullo del susurro
del tren a lo lejos,
donde quedó la historia
encerrada en aquella flor,
que cerró al llegar
la noche de tu aparición
.
entre mis brazos,
tendiendo el aroma
de tu suave piel,
mujer de las notas
graves y disonantes
del viejo pentagrama
tendido sobre las sábanas
de nuestra noche inolvidable
entre canciones de piano, saxo
y el murmullo del susurro
del tren a lo lejos,
donde quedó la historia
encerrada en aquella flor,
que cerró al llegar
la noche de tu aparición
.
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