*EL PRÓXIMO OTOÑO.

Con café,
los aromas del verano cambian
y el sol
hace brillar tus pómulos,
florecen tus pupilas
y tu rostro cambia;
el vino del invierno
protege lágrimas guardadas,
secretos escondidos
y soledades que ocultas
debajo de la almohada
cada anochecer,
en la penumbra de tu cielo
desdibujado en lágrimas.
El helado,
te descubre en primavera
cuando brincas
entre flores y perfumes
caminando la soledad.

Tomaremos café,
compartiremos el vino y,
juntos, disfrutaremos
los helados del verano
cuando en otoño,
nos encontremos
bailando el primer tango
en re menor
al dos por cuatro.