*ALLÁ.

Allá . . .
donde cuidas puntillosamente
los horarios de atención,
y combinas las charlas
ocupando cordialmente
los años con tu inteligencia,
pasas los fines de semana.
Mientras descansas
de la rutina que mañana
comienza como cada lunes,
mientras aquí . . . desnudo
en el silencio del barrio
trascurre el domingo
en la soledad
de pensarte cada minuto
y recordar los gratos momentos
compartidos a distancia,
en la comunión diaria
de confesiones,
que solo quedó en nosotros
y en aquellas lágrimas
que se secaron con el tiempo...
y aún te extrañan.